El equipo suizo finalizó la clasificación en las dos últimas posiciones, con Pascal Wehrlein último y Marcus Ericsson penúltimo. Desde que comenzó el fin de semana, los pilotos de Sauber estuvieron al final de la tabla de tiempos, ya que consideran que la falta de agarre en las gomas fue su mayor revés.
Después de la clasificación, tanto Pascal como Marcus se mostraron decepcionados por su actuación y por la falta de rendimiento del C36. Wehrlein se disculpó con sus mecánicos por el accidente que tuvo en el último minuto de Q1. El alemán pisó la hierba para encarar la primera curva, pero trompeó e impactó contra las protecciones de final de recta. Tras este incidente, Sauber sustituirá la caja de cambios dañada por una nueva; además, volverán a la versión antigua del alerón trasero.
Mientras que Ericsson destacó que comprender el funcionamiento de los compuestos con la pista fue vital, pero no fue suficiente para estar mejor posicionados en parrilla.
Pascal Wehrlein (20º - 1:14.810):
"El trompo contra las barreras fue un fallo mío. Me fui demasiado hacia la derecha cuando estaba frenando en la primera curva y terminé conduciendo por encima de la hierba. Lo siento por el equipo, especialmente con los mecánicos que estuvieron trabajando muy duro desde la carrera de Mónaco. Será otro día largo para ellos".
Marcus Ericsson (19º - 1:14.495):
"Ha sido un fin de semana difícil para nosotros, especialmente por la falta de agarre del viernes. Fuimos capaces de progresar en cómo entender mejor los neumáticos, pero no fuimos lo suficientemente rápidos. Es positivo que me sienta cómodo con el coche gracias a los cambios que hicimos, nos puede ayudar en las condiciones de carrera".