Aunque las pruebas en Portugal no fueron muy significativas, por el clima y por las distintas configuraciones que presentaban los monoplazas, es cierto que los Renault siempre estuvieron a la cola de la clasificación.
De hecho, en la única tanda donde se pudo rodar en seco, el R29 de Alonso quedó a la cola de la tabla de tiempos. Según parece, las causas de esos tiempos por vueltas tan pobres, fueron una falta de grip y de manejabilidad del auto.