La alianza anglojaponesa esperaba una gran mejora en este año respecto a los anteriores. Sin embargo, esta temporada ha sido un jarro de agua fría para Mclaren Honda. Desde las primeras carreras, la fiabilidad ha sido el punto débil en el MCL32; junto a la falta de potencia, ha colocado a los de Woking al final de la parrilla, incluso peor a 2015.
A partir del Gran Premio de Austria, Mclaren empezó a mejorar en clasificación y en carrera. Pero el punto máximo fue en Hungría, una pista en la que son competitivos y logran las mejores posiciones del año. Ambos pilotos entraron en Q3 y puntuaron con los dos coches: Stoffel Vandoorne fue octavo en clasificación y décimo en carrera, mientras que Fernando Alonso fue séptimo en clasificación y sexto en carrera. Gracias a los resultados conseguidos, superaron a Sauber en el mundial de constructores, sumando 11 puntos.
Vandoorne destaca que en las últimas citas ha habido un claro progreso en el rendimiento del monoplaza, debido al trabajo en fábrica y con los ingenieros. A pesar de esta evolución, el belga piensa que 'el margen de mejora es aún grande' y que llegarán más mejoras al MCL32 en la segunda mitad de la temporada.
Progresión en Woking
"Con la experiencia que tengo ahora, soy capaz de dirigir el camino al que quiero ir. Pienso que las últimas carreras han sido muy buenas desde un punto de vista de rendimiento y enfrentarme a Fernando fue positivo también. En cada fin de semana, sigo dando grandes pasos hacia delante y estoy empujando al equipo para que el coche se adapte a mi estilo un poco más. Desde mi perspectiva, la gestión de los entrenamientos libres, clasificación y carrera ha ido en la dirección correcta".
"Últimamente hemos tenido buenas tandas, hemos invertido mucho tiempo en el trabajo con los ingenieros, con la vuelta del equipo a la fábrica, con todo esto hemos dado un buen paso adelante. Ha sido un buen progreso durante la primera parte. Pienso que el margen de mejora es aún grande, vendrán muchas cosas, las próximas carreras serán prometedoras".