En horas, el comienzo de la actividad en Suzuka dejará en el olvido todo lo que sucedió en Malasia.
No obstante hay puntos por repasar porque así como en 2016 Malasia fue un golpe de nocaut para Hamilton, que rompió motor marchando cómodamente en punta, esta última edición puede haber sido letal para las aspiraciones de Ferrari.
La rotura del sábado en el coche de Vettel que lo relegó al último lugar de la grilla, y la amarga imagen de Räikkönen con su máquina herida de muerte sin poder largar la carrera, entregó plácidamente el GP a sus rivales.
Hamilton fue estratega e inteligente, preocupándose por llegar y aumentar su diferencia con Vettel en el torneo, mientras Verstappen se llevó en forma impecable la victoria. Lo que me ocupa es el momento vivido en Malasia.
La debacle en la fiabilidad de las Ferrari le privó a sus pilotos de lograr, en condiciones normales, quizás un uno-dos contundente. El ritmo de Vettel largando último fue impresionante y el alemán pudo salvar puntos importantes aunque perdiera seis más con Hamilton.
Mirando el vaso medio lleno uno podría presumir que si las Ferrari no se paran, por lo menos en Malasia eran veloces y candidatas. Pero se pararon y pagaron caro precio. ¿Podrán repetir performance este fin de semana en Japón? Será clave que puedan hacerlo y que Vettel esté por delante de Lewis.
Por el otro lado, y más allá de los 34 puntos de ventaja, en Mercedes hay preocupación por la falta de ritmo en sus coches.
Hoy, Hamilton saca de la galera sus dotes de velocista y puede lograr la pole, pero en carrera no hay magia que alcance y el coche cae prontamente en rendimiento. Para colmo de males, desde hace algunas carreras es muy ostensible la diferencia entre Hamilton y Bottas. El finlandés que tan bien inició el año parece estar en una meseta de rendimiento preocupante. Pierde en clasificación, lo que no sería sorpresa, y en carrera queda lejísimos de su compañero.
Desde el punto de vista técnico la situación es compleja. Solo tranquilizan esos 34 puntos de ventaja que les permitirán correr con cierta tranquilidad. Saben que sumando y llegando, es muy difícil que se les escape el mundial para su piloto estrella.
Cada día que pasa cambia el panorama de lo que viene pero en el análisis de lo que pasó en el corto plazo, vemos que tanto en Singapur como en Malasia, Ferrari fue mejor que Mercedes. Errores de sus pilotos y fiabilidad en baja, le han privado de volcar la balanza a su favor.
Pareciera que eso es lo atractivo de esta última parte del campeonato. Los mejores coches en desventaja numérica en el campeonato; y los que rinden un poco menos, Mercedes, jugando con los puntos a favor.
Suzuka, en horas, ¿puede mostrarnos un panorama similar o quizás encontremos alguna sorpresa? Difícil respuesta. Veremos. La seguimos la próxima semana.