El talento de Max Verstappen lo llevará, inexorablemente, a ser campeón mundial. Creo que nadie duda de las aptitudes del holandés y es cuestión de tiempo verlo como el mejor del mundo. No es opinión de este periodista, o de ustedes queridos lectores. Es lo que piensan los dueños de los equipos, ingenieros y colegas pilotos del joven Max.
Tampoco será fácil llegar a ser el mejor. Hay un camino que transitar, experiencias por vivir, y hoy estamos a mitad de ese camino. Promisorio panorama si tenemos en cuenta que ha cumplido 20 años hace algunos días.
Las últimas carreras lo han visto muy fuerte. Red Bull parece haber dejado de lado los problemas de fiabilidad que lo pararon en varios Grandes Premios a mitad de temporada. No es poco. Con un coche confiable, Verstappen está adelante. Es muy rápido para una vuelta de clasificación y en carrera es consistente, agresivo para atacar y duro para defender una posición.
Hasta ahora el valor de referencia sigue siendo su compañero de equipo. En todos los equipos es vital batir antes que a nadie a tu propio coequipier. Y con Daniel Ricciardo, la lucha es pareja en lo que va del año.
Mire. Max tiene una estadística a su favor sobre Ricciardo en clasificación de 11-4. En cambio, el australiano marca tendencia en carrera con 9-6 en mejores resultados. Cada uno tiene una victoria, Ricciardo tiene mas podios, 9, en tanto Max tiene 3. Verstappen tiene 7 retiros, de los cuales 4 fueron mecánicos y 3 por choques; en tanto Daniel suma tan solo 2, uno mecánico y otro por choque.
Las comparaciones, aunque resulten odiosas, a veces son necesarias. Y en dos pilotos top más aún. En este ítem es donde Verstappen seguramente apuntará lo que resta del año y 2018. La próxima será una temporada clave porque finaliza el contrato con Red Bull en los dos pilotos y ambos son codiciados por Ferrari e incluso Mercedes, y obviamente por Red Bull aunque este equipo da por sentado que uno de ellos, o Max o Daniel, se irán a otro lado.
Hábil declarante también, Verstappen comentó la semana pasada que no descarta ingresar a Ferrari en el futuro, y que su prioridad será elegir un coche ganador.
Su fama está en pleno apogeo. Es carismático, gusta su estilo, es atractivo para los sponsors, y es talentoso como pocos. Algunos, los más arriesgados, llegan a poner su potencial en el mismo umbral que poseyeron algunos grandísimos nombres como Senna, Schumacher, u hoy Hamilton y Vettel.
Lo ideal sería ir paso a paso. Más que nunca en esta época es crucial un coche ganador. Más que en otros tiempos de la F1 donde, aunque siempre tuvo ingerencia el auto, los pilotos desequilibraban. El camino de Verstappen y sus objetivos serán alcanzados en la medida que la elección de sus equipos sean las correctas. Esas decisiones son tan o más importantes que lo que pueda él demostrar conduciendo.
La F1 de los últimos años ha sido monopolizada por Mercedes. Apenas esta temporada Ferrari consiguió igualar rendimiento pero sin fiabilidad en los momentos claves.
La nueva F1 que llegará en 2021 será a la que deba apuntar Max y su gente. En el mientras tanto tiene la obligación de cerrar bien alto 2017, consolidarse como piloto principal de Red Bull en 2018, y luego decidir el cambio o la continuidad. Será, según mi criterio, a partir de 2019 que podamos tenerlo como candidato al campeonato del mundo.