La Federación Internacional de Automovilismo quiere luchar contra la crisis y evitar posibles abandonos de escuderías como el de Honda, que fue inesperado y creó mucha polémica sobre las dificultades económicas en Fórmula 1. Para ello quiere acometer una reducción de costes en la Fórmula Uno de manera que los presupuestos de las escuderías no superen los 50 millones de euros a partir del 2010.
La FIA remitió en diciembre una carta a los responsables de los equipos para comunicarles la necesidad de proceder a nuevos recortes de gastos.