La puesta a punto de los monoplazas para la temporada 2018 está en su recta final, es el momento de controlar los tiempos y no cometer errores. Esto lo saben bien en Mercedes, su ingeniero jefe de motores, Phil Prew, comentó para Motorsport que el equipo empujará al motor hasta el límite de la fiabilidad. El número máximo de unidades de potencia permitidas pasa de cuatro a tres; esto hace que la posibilidad de padecer problemas de fiabilidad y sanciones hagan trabajar al máximo a los equipos, con el fin de encontrar la clave.
Las reglas de 2018 son más estrictas en este ámbito y el jefe de ingenieros de propulsores de la marca alemana es consciente de las dificultades que esto conlleva. Por lo que afirma que bajar el motor para cumplir no hará que ganen campeonatos, deben ir al límite si quieren revalidad sus títulos.
Siempre al límite
"Para ser sincero, siempre estaremos en el límite, porque siempre querrás aumentar el rendimiento hasta la durabilidad de la unidad de potencia. Es fácil reducir la potencia de un motor y encontrar fiabilidad; no queremos eso, eso no nos va a ganar campeonatos. Así que estaremos ocupados comprendiendo nuestras limitaciones actuales, entendiendo cómo podemos seguir sacando más provecho de nuestros motores, más kilometraje de los sistemas híbridos eléctricos, para que podamos superar el campeonato del próximo año con el número de unidades permitidas, no tener ninguna penalización en la pista y ofrecer el nivel de rendimiento que todos sabemos que el motor es capaz de dar".
Tan solo cambios necesarios
"Abordamos todas las limitaciones, cada componente del motor en función de lo que se necesita hacer. Estamos bastante limitados por las reglas, en términos de capacidad en turbo y energía eléctrica, están todas definidas dentro de las regulaciones. Si necesita cambiar, cambiará para lograr fiabilidad y rendimiento; de lo contrario, nos quedaremos con algo que sabemos. Realmente, todo se toma caso por caso, pero los requisitos son muy claros".