El fabricante francés de automóviles Renault, cuya escudería con sede en Enstone participa en el Mundial de F1, recibirá una inyección económica del gobierno galo ante la crisis económica que asola al planeta.
Al igual que pasó con Peugeot-Citroën, Renault recibirá una ayuda de 3.000 millones de euros directamente del gobierno de Nicolas Sarkozy, a cambio de que se comprometan a no cerrar sus factorías y a mantener los puestos de trabajo de sus empleados.