A día de hoy, parece muy poco probable que un piloto que no vista los colores de Mercedes, Ferrari o Red Bull sea capaz de subirse a un cajón del podio. En 2017, únicamente Lance Stroll (Williams) logró colarse entre los tres primeros. Fue en el Gran Premio de Azerbaiyán, celebrado en el circuito de Bakú, donde además logró cruzar la línea de meta a poco más de una décima de la segunda posición de Valtteri Bottas. Cabe recalcar que aquella prueba estuvo marcada por numerosos incidentes que provocaron una bandera roja y la aparición de cuatro coches de seguridad.
Este hecho demuestra que, si se dan ciertas circunstancias rocambolescas a lo largo de una carrera, alguno de los pilotos de la zona media pueden beneficiarse de la situación y escalar hasta las primeras posiciones. Por ello, Carlos Sainz no ha dudado en admitir que en caso de que sucediera algo fuera de lo común en pista, tanto él como su compañero en Renault, Nico Hülkenberg, cuentan con talento suficiente como para alcanzar el podio. De igual modo, el español asegura que por ritmo es imposible llegar a esa posición, ya que actualmente hay tres equipos con prestaciones muy superiores en la zona alta de la parrilla.
No descarta nada
"Si hablamos de lograr un podio, creo que necesitaremos que ocurran determinadas circunstancias, pero no creo que vaya a pasar por puro ritmo. Sinceramente, no pienso que vayamos a batir a Red Bull, Ferrari o Mercedes por ritmo de carrera para lograr hacer un podio. Pero si se da la oportunidad de que ocurra algo, estoy convencido de que Nico [Hülkenberg] y yo tenemos el talento suficiente para dar el primer podio al equipo", ha explicado en unas declaraciones concedidas a Motorsport.
Por otro lado, el piloto madrileño se ha mostrado satisfecho tras su rápida aclimatación al equipo francés, en el que se siente mucho más cómodo que el año pasado, cuando disputó un total de cuatro Grandes Premios en sustitución de Jolyon Palmer. Igualmente, esto le ha ayudado a ganar mayor confianza en sí mismo y ser más competitivo. No hay que olvidar que en Australia fue superior a su compañero durante todo el fin de semana, exceptuando la Q3 y la carrera, donde algunos problemas estomacales le impidieron rendir al máximo de sus capacidades: "Siento que he hecho bien mi trabajo y me he acoplado mucho mejor al equipo que el año pasado. Eso va a darme mayor confianza y conocimiento del monoplaza y del equipo. Y quizás demos un paso adelante", ha proseguido.
No olvida sus raíces en la Fórmula 1
Entretanto, Sainz ha señalado que su actual compromiso con Renault no le impide seguir manteniendo relación con sus antiguos compañeros de Red Bull, con los que debutó en el Campeonato de la mano de Toro Rosso: "Sigo manteniendo contacto con ellos, pero no porque me sienta como parte de un préstamo o algo parecido, sino porque es algo normal cuando has tenido una relación de ocho o nueve años con un equipo. ¿Por qué iba a tener que darles de lado o dejar de juntarnos en el Paddock para tomar un café? En la Fórmula 1 conoces a mucha gente y hay que mantener las relaciones", manifiesta.
Además, se ha atrevido a comparar a Helmut Marko y Cyril Abiteboul, de quienes asegura que son dos personas muy exigentes que siempre logran sacar su máximo rendimiento. Algo que el piloto español celebra: "Cyril y Helmut son diferentes. Ambos son muy profesionales y, aunque Marko es conocido por su dureza, puedo ratificar que Abiteboul es también muy duro. Disfruto trabajando con gente así, porque significa que son como yo, y me gusta que las cosas sean así", ha concluido.