Si bien es una tarea relativamente factible encontrar a mujeres que sientan interés por el automovilismo, son pocas las que han tenido el valor (y posibilidad) de incursionar en un mundo plagado de restricciones. Las cuales son en su mayoría de índole social (sino puede consultársele a cualquiera de las varias pilotos que hay).
En el presente se dará un fugaz paso por algunas de las situaciones en que se ha conseguido torcer la historia.