En un principio, la escudería británica "sólo" había suspendido de empleo y sueldo a Dave Ryan, el responsable de que Hamilton se dejase adelantar por Trulli en Australia, y más tarde el que obligó al piloto a mentir en repetidas ocasiones ante los comisarios de la FIA. La intención era no despedirlo y que permaneciese en la empresa por respeto a sus 35 años de trabajo con ellos, pero esta semana, desde Woking se informó de que Dave era apartado definitivamente del equipo.
¿Por qué este cambio de opinión en tan poco tiempo? Pues todo tiene que ver con el juicio al que será sometida McLaren el próximo día 29. Según informa The Times, todo es una estrategia planeada por los abogados de la escuadra para conseguir que el máximo implicado en todo el escándalo no pueda ir a declarar ante la FIA.