Toyota, Red Bull, Ferrari, Renault... es casi ya la mitad de la parrilla la que ha amenazado con irse del Campeonato del Mundo de F1 de 2010 si finalmente se aplica el reglamento de doble rasero que ha aprobado la FIA hace algunas semanas. Y eso comienza a ser una grave preocupación para Max Mosley y los suyos.
La presión es máxima y por eso el presidente de la FIA ha decidido reunirse de urgencia con la FOTA con el objetivo de comenzar un diálogo que frene el éxodo de las escuderías punteras. Así lo ha anunciado hoy un portavoz de la Federación que, aunque no confirmó día ni hora, ha dicho que esta misma semana se celebrará tal encuentro.