A casi todos los pilotos e ingenieros de la F1, les encanta correr en Mónaco, y parece que el jefe de equipo de Brawn GP, Ross Brawn, no es una excepción. Brawn considera el Gran Premio de Mónaco, una carrera que se disputó en todas las temporadas de F1 menos en 1951, 1953 y 1954, un aunténtico desafío.
"Mónaco es un lugar impredecible y único en el que tienes que afrontar el fin de semana de forma controlada", decía Brawn. "El ambiente de trabajo en el pitlane y en el paddock es intenso debido su ubicación en el centro de la ciudad; por ello hay más estrés que en cualquier otra carrera del calendario. El fin de semana en Mónaco puede comprometerse con el mínimo error. No obstante, nos encanta el nivel de desafío que es lo que hace que la Fórmula Uno y Mónaco sean tan especial".