Entrar en Brawn, en la prueba inicial, era algo arriesgado, a la par que barato. Sin duda la apuesta le ha salido muy bien a Sir Richard Branson. Por un "módico" precio, está patrocinando el equipo del momento, que lidera el campeonato de constructores y pilotos.
El logo de Virgin se está paseando por todas las pantalla del mundo. ¡Qué mejor publicidad! Y probablemente la inversión le ha sido muy rentable.
Sin embargo, para el año que viene Brawn GP no será un caramelito, sino un bombón del mejor chocolate, y muy caro de conseguir.