La obra de Adrian Newey, diseñador jefe de Red Bull, demostró este fin de semana en Silverstone que el británico es uno de los grandes genios de la Fórmula Uno moderna.
Sin duda, el doblete de Vettel y Webber no habría sido posible sin que la mágica mente de este ingeniero británico de 50 años hubiera ideado esta interesante evolución aerodinámica que ha convertido al RB5 en un serio aspirante a mejor monoplaza del año. ¿Serán capaces de cazar a Brawn GP?