El acuerdo alcanzado entre FIA y FOTA el pasado miércoles, con el que se eliminaba el límite presupuestario que Max Mosley quería imponerles a todas las escuderías ya en 2010, podría tener un efecto negativo en las tres nuevas escuderías que entrarán a formar parte de la parrilla la temporada que viene.
Una vez abandonada la idea del campeonato paralelo, la Asociación de Equipos ha centrado sus esfuerzos en otros aspectos y uno de ellos es reunirse con los nuevos equipos para comprobar que tienen capacidad técnica y económica para estar en la "máxima categoría", ya que ellos entraron pensando en un límite económico de 45 millones de euros.