Cuando Honda dejó la Fórmula 1 a finales del año pasado debido a la crisis económica mundial, muchos fueron los que pensaron que antes o después volvería a la máxima competición. Además, con los éxitos que Brawn GP (nacida de las cenizas de Honda) está cosechando actualmente, se creía que la marca japonesa estaría como loca por regresar al Mundial, pero nada más lejos de la realidad.
El por entonces presidente de la marca, Takeo Fukui, retiró al equipo de la competición y lo dejó en manos de Ross Brawn. Fukui ha dejado ahora su puesto a Takanobu Ito, pero la idea sigue siendo la misma: no recuperarán el equipo de Barckley.