Mclaren tiene ahora un coche bastante competitivo, al contrario que hace dos carreras, en el Gran Premio de Gran Betaña, donde los dos monoplazas de la escudería de Woking acabaron la carrera de casa muy lejos de los puntos. Pero en Hungría todo fue muy diferente: el mejorado Mclaren MP4-24 de Lewis Hamilton cruzó la linea de meta en la última vuelta antes que ningún otro coche, algo que seguramente nadie se habría creido algunas semanas atrás.
"Creo que si hubiéramos apostado por ese resultado, la gente se habría reído de nosotros", admitía Martin Whitmarsh, jefe de equipo de Mclaren.