El mundo de la Fórmula 1 está totalmente revolucionado desde que se anunció que Michael Schumacher volvería a las pistas para sustituir al lesionado Felipe Massa. Casi todo el paddock está contento con el regreso del heptacampeón, pero hay un hombre que no lo ve nada claro: Willi Weber, el representante de Michael.
Las principales preocupaciones de Weber son que su piloto no cuenta con la forma física de hace 3 años, y que nunca se ha puesto a los mandos de un monoplaza construido bajo la normativa de 2009: "Yo le aconsejé que no aceptara, diciéndole que el problema eran las expectativas de la gente. Si Schumacher vuelve a ponerse al volante, inmediatamente querrán verlo ganar."