El día 21 de octubre de 2004, un grandísimo piloto de rallys, el campeonísimo español Carlos Sainz, anunciaba su retirada de la más alta competición y la emoción le embargaba. Sólo siete meses después, una desesperada Citroën le llamaba para que regresase a pista y devolviese a la marca francesa al liderato del campeonato.
Algo parecido, aunque no igual, ha hecho ahora la Scuderia Ferrari llamando al heptacampeón de Fórmula 1 Michael Schumacher para que sustituya a Felipe Massa y, de paso, devuelva la ilusión a un equipo que no está pasando por su mejor momento. ¿Quien mejor que Sainz para explicarnos el regreso de "El Kaiser"?