El piloto finés de Ferrari ha tenido bastante prudencia en sus declaraciones, como suele tenernos acostumbrados. Después de la carrera, ha manifestado: "Ha sido un día de sentimientos opuestos, por un lado, estoy contento de haber sumado seis puntos, por otro, estoy deslusionado porque la carrera no se ha desarrollado como había esperado". A lo que Kimi añadió que la culpa de su baja competitividad, viendo su superioridad en Australia, fueron los "arreglos" hechos al coche. Puede estar hablando de los problemas en el sistema de agua del motor que tanto dieron que hablar durante esta semana, cuando se especuló con la posibilidad de cambiarle el motor para este GP a pesar de la penalización. O también pudiera referirse a una hipotética sustitución de las piezas aerodinámicas, ya que Ferrari siempre ha estado bajo sospecha sobre la aeroelasticidad de sus piezas y de la legalidad de las mismas. La FIA amenazó esta semana con hacer controles mucho más exhaustivos y siempre cabe la duda de que Ferrari en Australia no estuviera del todo dentro de las normas.
Como ya sabéis, Kimi salió de la cuarta tercera plaza y acabó tercero, beneficiándose de una actuación para el olvido de su compañero de equipo, Felipe Massa, que tuvo varias pasadas de frenada y hasta se dio un paseo por los jardines de Sepang. "He intentado atacar a Lewis [Hamilton], pero cometí un error y me salí de la pista. No puedo culparme porque al menos lo he intentado, la próxima vez las cosas saldrán mejor".