El equipo McLaren empezó el año teniendo uno de los peores monoplazas de la parrilla y toda la culpa la tenía, en gran parte, el polémico sistema de recuperación de energía cinética, el KERS. Ahora, tras conseguir su primera victoria y a punto de disputarse el décimoprimer Gran Premio de la temporada, Martin Whitmarhs, jefe de la escudería, ha querido resumir como ellos han conseguido convertir su mayor tara en un arma fundamental.
"El KERS se convirtió en un reto técnico mayor de lo que nadie había pensado al principio. Creo que lo que se ha logrado es realmente fenomenal. Recoger la energía y volver a emitirla ya era bastante complicado, pero colocar el equipo necesario para hacerlo en un coche de Fórmula 1 ha sido un auténtico desafío."