Tras irse de vacío del Valencia Street Circuit el pasado fin de semana, el equipo Toyota afronta el reto de Spa-Francorchamps con muchas ganas de mejorar su rendimiento y de conseguir algún que otro punto que les ayude a recuperar la cuarta plaza en el Mundial de Constructores que McLaren les arrebató en el GP de Europa.
Los 7 kilómetros del trazado belga, junto con sus continuas subidas y bajadas, suponen un duro reto en cuanto a la puesta a punto de los monoplazas, y eso es algo que saben muy bien los pilotos de la escudería. Pero también saben que disfrutarán muchísimo el domingo dando 44 vueltas a un circuito plagado de largas rectas, curvas lentas y curvas de alta velocidad.