Los BMW Sauber estaban yendo muy rápidos en el circuito de Monza, ya lo decíamos ayer e iban a ser unos duros rivales a la hora de hacerse con una plaza para entrar en la Q3 de la sesión de clasificación del GP de Italia. Pero ir tan al límite ha acabado por hacer que ambos motores BMW se rompiesen.
Durante la segunda ronda de la sesión de esta pasada tarde, primero Nick Heidfeld y después Robert Kubica rompían el motor de sus respectivos monoplazas. Según ha informado Mario Theissen, jefe del equipo, los dos propulsores eran nuevos y se han roto por el mismo motivo (que todavía desconocemos). Lo más preocupante es que Kubica estrenará mañana el último motor que le queda esta temporada, con él tendrá que afrontar las 5 carreras que restan o será penalizado.