Fernando Alonso partía hoy desde la octava posición de la parrilla del GP de Italia con la gran esperanza de poder hacer una gran salida y adelantar varias posiciones ayudado por el KERS que el equipo Renault había montado en su monoplaza exclusivamente para esta carrera. Pero la arrancada del R29 volvió a ser bastante mala y el piloto español se tuvo que conformar con mantener el puesto.
El KERS no le fue útil en la salida, pero en las primeras vueltas pudo aprovecharse de esos 80 caballos más de potencia para adelantar a un par de monoplazas en pista. Más tarde la estrategia jugaría en su contra, pero la suerte lo haría a su favor y tras el abandono de Vitantonio Liuzzi y el accidente final de Lewis Hamilton, Alonso acabaría en quinta posición.