Kimi Raikkonen tiene una espinita clavada con el GP de Singapur, ya que en el carrera nocturna inaugural del año pasado no pudo terminar, al destrozar su Ferrari contra uno de los muros de protección. Por eso este fin de semana quiere darlo todo y conseguir un nuevo podio, o incluso una nueva victoria. El finlandés asegura que el F60 se adaptará muy bien a la pista de Marina Bay, ya que este año siempre ha ido mejor en circuitos urbanos como Mónaco o Valencia.
"De las cuatro carreras que quedan, la de Singapur es la que más se ajusta al Ferrari. Si queremos ganar tenemos que ser más que perfectos y necesitamos un poco de suerte. Pero después de la victoria en Spa, sería fantástico volver a experimentar ese sentimiento de nuevo."