El equipo Ferrari ha sufrido hoy una sesión de clasificación para olvidar en el GP de Singapur. Giancarlo Fisichella quedaba eliminado en la primera ronda, y es que al italiano aún le cuesta controlar del todo su nuevo monoplaza. Pero es que Kimi Raikkonen confesó haberlo dado todo en pista y aún así se quedaba fuera de la definitiva Q3 y mañana tendrá que salir el 13º.
El piloto finlandés, que el año que viene seguramente volverá a correr para McLaren, se mostraba bastante molesto al finalizar la jornada y culpaba del bajo rendimiento del F60 a la decisión de Maranello de parar el desarrollo del monoplaza de 2009 para centrarse ya en el de la temporada que viene.