Ross Brawn, el propietario del equipo que lleva su nombre, tiene claro que no va a permitir que su escudería pierda el Mundial de Pilotos en la dos últimas carreras de la temporada, como le pasó a McLaren en 2007. Button tiene el título casi ganado, pero su compañero no le va a poner las cosas fáciles, y la lucha entre ambos podría acabar dando el Campeonato a Vettel.
Por eso, Ross intentará que la tensión dentro del equipo sea la mínima posible: "Uno hace lo que puede para reducir al mínimo la tensión y la presión que proviene de estar en esta posición, así que quiero trabajar de forma diligente, inteligente y cuidadosamente. Pero si miras a tu alrededor y ves que la poca tensión que existe puede ir en aumento, entonces sí hay que tratar con ellos (los pilotos)."