Como sabemos, a la hora de diseñar y construir un monoplaza de Fórmula 1 el camino más frecuente entre los equipos es utilizar el túnel de viento, la herramienta por excelencia. Pero desde hace unos pocos años, con la llegada de BMW, se promovió en el paddock una nueva forma de hacer crear los coches sin necesidad del aire: la CFD (cuya traducción al español podría ser Dinámica Computacional de Fluidos).
La importancia que puede adquirir el hecho de preparar un campeonato a partir de las simulaciones por ordenador es tal que uno de los equipos nuevos, Manor Motorsport, ha vinculado su primera aparición en el mundial a la CFD, sin tener en cuenta siquiera algún test en túneles de viento.