Con el objetivo de reducir costes en la "categoría reina" del automovilismo, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) decidió prohibir las jornadas de test de la Fórmula 1 este año. Eso ha acarreado dos grandes problemas a los equipos: no poder desarrollar rápidamente los monoplazas, ni entrenar a nuevos pilotos para este deporte.
Bernie Ecclestone, el jefe de la FOM, ha propuesto una solución a esto: que los test se realicen los lunes después de un Gran Premio, algo que ya se hace en MotoGP. Hace algunos meses se había sugerido transformar los entrenamientos libres del viernes de cada Gran Premio en test, pero Bernie aboga por mantener los libres y pasar las pruebas al primer día de la siguiente semana, algo que no supondría demasiada inversión para las escuderías porque ya estarían en el circuito: "Estoy seguro de que en el futuro se probará el lunes después de las carreras."