Si fuese Sebastian Vettel el que hubiese clasificado 2º en la jornada del sábado y Mark Webber hubiese sido 16º, nadie se estaría tirando de los pelos ahora mismo, pero lamentablemente para el espectáculo, ha sido Vettel el que se ha quedado ya en la Q1 del GP de Brasil.
La lluvia es una lotería y en esta ocasión le ha tocado pagar el pato a uno de los mejores pilotos sobre mojado, que además ya se debe de estar mentalizando de que sus opciones de alzarse con el título Mundial se han ahogado en Interlagos. Vettel tiraba el volante nada más parar su RB5 en boxes y mostraba cara de pocos amigos al finalizar la sesión, la verdad es que no es para menos.