Con pista seca, las opciones de Ferrari pasaban por lo que pudiera hacer Kimi Räikkönen que partía desde la quinta posición, aunque su encontronazo con Mark Webber en la primera vuelta le obligó a cambiar el alerón delantero.
Tras el repostaje en el que su monoplaza se prendió con la gasolina de Heikki Kovalainen, Räikkönen realizó una soberbia carrera terminando en una notable sexta posición. Por su parte, Giancarlo Fisichella no pasó de la décima.