Cuando Grosjean aceptó substituir a Piquet seguro que no esperaba que aquella oportunidad estuviese envenenada, y es que el R29 se ha convertido con el paso de las carreras en el auto menos competitivo de la parrilla.
El francés no ha cuajado ninguna actuación relevante y ha sido protagonista de numerosas salidas de pista, quedando siempre lejos de los puntos o abandonando. Esto hace que sus opciones para seguir en Renault, o en la F1 de cara a 2010 no sean muy elevadas.