La nueva reglamentación de la Fórmula 1, que entrará en vigor en la temporada 2010 y que prohibe los equipos cliente, obliga a la escudería Toro Rosso a tener que construir su propio monoplaza y a dejar de depender de la escudería madre, Red Bull.
Franz Tost, el jefe del equipo, comentó: "Tenemos que diseñar nuestro propio coche y también construirlo, además de la infraestructura, que tiene que desarrollarse. Tenemos que esperar y ver. Sólo espero que la experiencia de los diseñadores sea lo suficientemente buena y puedan hacer un buen trabajo."