En esta misiva, el presidente de la FIA, Max Mosley, al tener conocimiento de que alguno de los pilotos de McLaren podría tener "pruebas escritas relativas a la investigación", solicita a los tres pilotos su colaboración. La FIA pide a los pilotos que entreguen "cualquier documento que pueda ser relevante en este caso y cualquier comunicación electrónica que haga referencia a Ferrari, Nigel Stepney o cualquier otro técnico". También insta a los pilotos a que si conocen o han visto algún documento que pudiera ser de utilidad pero que no estén "en situación de reproducirlo", que "describan su contenido" y "las circunstancias bajo las que llegaron a su conocimiento y las razones por las que son incapaces de reproducirlo".
Y es que la FIA también recuerda a los tres pilotos de McLaren que es un "imperativo" poner a su "disposición sin demora" ya que "es un deber de todos competidores y poseedores de una superlicencia, asegurar la imparcialidad y la legitimidad del campeonato". También añade que cualquier información que los pilotos le remitan no supondrá "ningún proceso" en su contra. Pero por último advierte que "si posteriormente sale a la luz que has ocultado cualquier información que podría ser importante, podría acarrearte serias consecuencias", avisados quedaron.