Todas las miradas tornaron hacia la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en el momento en el que se conocieron los nombres de las tres nuevas escuderías que aumentarían la parrilla de 2010, ya que su elección no parecía del todo imparcial: proyectos mucho más factibles se habían quedado fuera y, además, los tres nuevos montarían motores Cosworth. Aún para más inri, el cuarto equipo nuevo (elegido a raíz de la marcha de BMW) también montará motores Cosworth.
Desde ese momento los rumores se han ido sucediendo y la FIA nunca ha dado una explicación razonable (a pesar de haberla prometido). Pero hoy el director general de Cosworth, Mark Gallagher, ha dado alguna pista de por donde pudieron ir los tiros: "Creo que lo único para lo que la FIA presionó a los equipos fue para que tuvieran un contrato de motor. Y creo que en ese momento Cosworth era la única empresa capaz de comprometerse con todos los equipos."