La permanencia de Renault en la Fórmula 1 durante los últimos años siempre ha pendido de un hilo (quizás si Fernando Alonso no hubiese vuelto al equipo, este ya habría desaparecido), pero esta temporada la marca del rombo ha recibido un durísimo golpe al haber sido declarada culpable en el caso 'crashgate'.
Su participación en el Mundial de 2010 todavía es una incógnita: primero el director general del equipo, Jean-Francois Caubet, dijo que correrían la próxima temporada, pero poco después el presidente de la compañía, Carlos Ghosn, anunció que la decisión sería tomada a finales de año.
La marcha de su principal patrocinador, ING, se lo ha puesto muy difícil a la nueva escudería de Robert Kubica. El diario alemán Bild ha informado de que Renault necesita conseguir con urgencia 30 millones de euros para seguir en competición. Millones que podrían llegar desde Rusia, trayendo de la mano al piloto Vitaly Petrov.