Martin Birrane, presidente ejecutivo del Grupo Lola, ha criticado fuertemente el proceso de selección de los nuevos equipos por parte de la FIA, señalando que estos equipos fueron utilizados como "peones" en la guerra entre FIA y FOTA.
"Fue algo misterioso para nosotros al principio, pero está claro lo que era, en cierta medida, han sido utilizados como peones entre la FIA y la FOTA", explicó Birrane, que señaló el frustrado limite de presupuesto de 30 millones de libras como un ejemplo de que la FIA "no cumplió lo prometido".