Para muchos el fichaje de Glock por Manor (o Virgin, ya veremos cómo se llama) ha sido algo cuanto menos extraño por su parte, pero el alemán no ha tenido reparos en salir a a la palestra para ratificarse en su decisión.
Y es que no es fácil pasar de hacer podios con un fabricante como Toyota a ocupar con muchas probabilidades un puesto en las últimas filas de la parrilla de 2010, pero también tenemos que recordar cómo llegó Glock a la F1, ya que ésta se produjo a los mandos de un Jordan allá por el año 2004, cuando el equipo irlandés afrontaba sus últimas carreras antes de ser vendido al empresario Alex Shnaider.