Con la prohibición de los coches cliente, la escudería Toro Rosso ha tenido que desprenderse de su hermana mayor, Red Bull, y afrontará esta temporada de Fórmula 1 sin ninguna ayuda externa. Para 2010 han tenido que diseñar y construir su propio monoplaza desde cero y por ello han aumentado el personal de la fábrica en los últimos meses.
El director técnico del equipo, Giorgio Ascanelli, reconoce que por su inexperiencia y juventud podrían cometer algunos errores al principio de temporada que poco a poco tendrán que ir rectificando. Y este es uno de los principales motivos por los que han apurado el tiempo para llegar a la primera sesión de entrenamientos del año.