Adrián Campos, el hombre que inició el camino de la primera escudería española en la historia de la Fórmula 1 (finalmente llamada Hispania Racing) ha confesado haber vivido un infierno durante este invierno para sacar el proyecto adelante. El empresario español ha tenido que echarse a un lado para dejar sitio a José Ramón Carabante y su dinero, pero se siente aliviado de que el equipo sea una realidad.
Campos, que es ahora el vicepresidente de Hispania, también ha asegurado que si por el fuese no disputarían el primer Gran Premio de la temporada, el de Bahréin, ya que seguramente harán un poco el ridículo.