Los ingenieros del proveedor de neumáticos de la Fórmula 1, Bridgestone, están muy preocupados por el tiempo que podría hacer mañana durante (y sobre todo antes) de la carrera del GP de Australia 2010. La lluvia ya destrozó los planes de los equipos durante los segundos entrenamientos libres del viernes y, de caer agua el domingo antes de que se forme la parrilla de salida, los pilotos se enfrentarán a una pista muy complicada.
En un principio las gomas blandas son aproximadamente medio segundo más rápidas que las duras a una sola una vuelta, pero nadie tiene demasiada idea de como se comportará cada uno de los dos compuestos en las tandas largas.