Los comisarios de la FIA han declarado que Mark Webber fue el culpable del incidente del choque que apartó al piloto local y al británico Lewis Hamilton de la lucha por el podio a tan sólo una vuelta del final del Gran Premio de Australia.
Pese a esa decisión, el piloto de Red Bull no ha sido sancionado y tan sólo ha recibido una reprimenda oficial de los comisarios de la Federación evidenciando que la nueva dirección de la FIA tiene intención de alterar lo menos posible la competición con sus juicios.