La escudería Red Bull puede estar tranquila de momento porque la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha decidido no revisar las suspensiones de su monoplaza, el RB6, antes del Gran Premio que se disputará este fin de semana en Malasia.
El gran rendimiento mostrado por el coche austríaco tanto en carrera como en clasificación ha llevado a los otros equipos a sospechar de que la escudería ha diseñado unas suspensiones inteligentes que suben o bajan el coche en función de la carga de combustible que lleve.