La pista que acoge el GP de Bélgica, Spa-Francorchamps, volverá a abrir sus puertas el próximo fin de semana, después de que terminen las obras de reparación del circuito que se iniciaron a mediados de marzo. Uno de los túneles de acceso al trazado, Stavelot, se había desplomado bajo la curva Paul Frère, llevándose gran parte de la escapatoria de grava.
La dirección del circuito ha confirmado al diario belga De Morgen que estarán listos para acoger carreras desde el próximo fin de semana. Según esta información, las reparaciones se han realizado siguiendo las normativas europeas, pero otras cuestiones podrían no haber sido solucionadas todavía, como el suministro eléctrico o la instalación de varias cámaras de seguridad.