Fernando Alonso no ha podido subirse finalmente al podio en el GP de China 2010. El de Ferrari quería una carrera en seco y sin sorpresas, pero no ha podido ser porque la lluvia ha caído con fuerza durante las 56 vueltas y esto ha propiciado una carrera loca.
Tras una salida adelantada por la que fue penalizado con un 'drive-throught', el español ha tenido que parar hasta 5 veces en boxes para cambiar neumáticos y al final ha cruzado la meta en cuarta posición, a las puertas del podio.