Pasados unos días, muy adecuados para favorecer la reflexión y el juicio certero, conviene repasar las acciones y maniobras polémicas que pudimos ver en el pasado GP de China, por un lado por su evidente repercusión en el resultado final de la prueba al implicar a un gran número de pilotos que ocuparon a la postre las primeras posiciones, y por el otro para explicar al aficionado ese prolijo conglomerado de normas que es el Reglamento de Competición de la F1.
Trataremos de explicar el ajuste (o no) de las diferentes maniobras al Reglamento, señalando aquellos casos en los que hay margen de interpretación y aquellos en los que no lo hay, y compararemos nuestras propias conclusiones con las sanciones decididas por los Comisarios de la FIA en cada caso. Fuere como fuere, el principal interés es poner delante del lector la maniobra y la norma aplicable, de forma tal que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones al respecto. Hay que tener en cuenta que los Comisarios de la FIA se rigen en primer lugar por el Reglamento de Competición, pero complementan el mismo con decisiones pasadas, que a fuerza de costumbre devienen en normas consuetudinarias; por ello en cada apartado se verán reflejados tanto los artículos aplicables del Reglamento como los usos habituales de la FIA hasta este momento.