La Fórmula 1 tal y como la conocemos hoy en día podría cambiar mucho a partir de 2013, sobre todo en lo relativo a los motores. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) mantendrá los propulsores de las escuderías congelados hasta 2012, pero a partir de ahí podría iniciarse una nueva era en la F1.
Los V8 atmosféricos actuales no son ningún ejemplo de contención de costes ni de bajo consumo y eso, viviendo en la época en que vivimos, tiene que cambiar. La Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA) ya está discutiendo el tema y parece que se trabaja en un cambio radical: nuevos motores de 4 cilindros, 1.500cc, turbo, 670 caballos de potencia y con algún sistema de recuperación de energía integrado.