La Federación Internacional de Automovilismo ha estado últimamente intentando llevar a cabo un plan para hacer que la F1 pase a utilizar motores que contaminen menos, y parece que el camino se está allanando. Los actuales equipos están en plenas negociaciones para lograr un reglamento válido a partir de 2013, con la idea de motores de 1.5 litros turboalimentados, y con KERS.
Este movimiento, reduciendo la cilindrada para mejorar el consumo de gasolina de los monoplazas, sería sin duda bien recibido ya que ayudaría a mejorar la imagen medoambiental del deporte, y es por eso que la FIA ya está ejerciendo cierta presión para introducir dichos cambios antes de 2013, con la baza de que se ahorraría mucho dinero a largo plazo.
Gilles Simon, el director del área de tren de potencia y electrónica de la FIA, declaró que "tenemos que intentarlo, presionar para mejorar el consumo de fuel. Si, como ingeniero de motores, me ponen un coche con la máxima carga de gasolina, trataría de proporcionar a mis pilotos el coche con más potencia a la vez que eficiente. Es una competición técnica, y como la eficiencia es buena para los coches de calle, podría servirles también a los F1. Así que necesitamos adaptar las reglas actuales al futuro".