En el año 2006, después de ganar su segundo Mundial de Fórmula 1 consecutivo, Fernando Alonso le pidió a su afición desde el balcón del Ayuntamiento de Oviedo que, aunque él se marchase a McLaren, ellos siguiesen siendo siempre la 'marea azul' (llamada así por el color de las camisetas del equipo Renault hasta el año 2006).
El resultado de estas palabras fue que las ventas del 'merchandising' de Woking no cumplieron, ni mucho menos, las expectativas. Alonso volvió a Renault en 2008, pero el equipo ya había cambiado de color y por tanto la venta de camisetas tampoco fueron nada destacables.